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PREVENCIÓN A LA EXPOSICIÓN SOLAR CON PHOTOPREVENT B3

Publicado en9 meses hace por 350

Nuestra piel utiliza la luz solar para ayudar a fabricar la vitamina D, que es importante para la formación normal de los huesos. Pero algunas veces, los rayos ultravioletas pueden ser muy perjudiciales.

En la capa exterior de la piel hay células que contienen el pigmento llamado melanina. La melanina protege la piel de los rayos ultravioleta del sol, los cuales pueden quemar la piel y, con el tiempo, podrían reducir su elasticidad y causar que una persona envejezca prematuramente.

El bronceado se produce porque la exposición a la luz solar hace que la piel produzca más melanina y se oscurezca. La luz solar es beneficiosa en cantidades limitadas y con la debida protección para prevenir la sobreexposición. 

Prevenir y preparar

La exposición excesiva a los rayos UV puede causar quemaduras solares. Los rayos penetran las capas exteriores de la piel y pasan a las capas más profundas, en donde pueden dañar o matar las células de la piel. La exposición frecuente y prolongada a los rayos ultravioleta durante muchos años es la principal causa de cáncer en la piel, lo que no debe tomarse a la ligera.

Para evitar quemaduras y otras patologías en la piel causadas por el sol, podemos prepararla previamente con complementos como es Photoprevent B3 Cápsulas.

Es un complemento alimenticio a base de Vitamina B3 o nicotinamida, indicada para contribuir al mantenimiento de la piel en condiciones normales. Es apta para veganos y celiacos, y garantiza seguridad y buena tolerancia.

¿Qué es la Vitamina B3?

La vitamina B3 o niacina es una de las 8 vitaminas del tipo B. Dependiendo del modo de consumo puede tener efectos distintos: ácido nicotínico, para regular el colesterol y tratar problemas cardíacos; o bien como niacinamida o nicotinamida, que es cuando puede utilizarse para tratar diabetes de tipo 1 o algunas afecciones en la piel, entre otros beneficios.

La vitamina B3 se encuentra en muchos alimentos de nuestro día a día habitual: pechuga de pollo, lentejas, frutos secos, conservas de atún, carne de vacuno, leche, huevos...

Beneficios

La vitamina B3 interviene en el proceso de obtención de energía. Es fundamental para la generación de energía metabólica, la síntesis de algunas hormonas y para el crecimiento.

En el sistema nervioso, permite el correcto funcionamiento de las funciones orgánicas, aumentando la función cerebral.

Reduce el riesgo de acumulación de colesterol en las arterias y aumenta la función vasodilatadora de los vasos sanguíneos, disminuyendo la presión arterial y garantizando el buen funcionamiento del sistema circulatorio. Como consecuencia, los niveles adecuados de vitamina B3 pueden prevenir enfermedades cardíacas y del sistema circulatorio.

Finalmente, este complejo contribuye a garantizar niveles estables de azúcar en sangre. Por esta razón, la niacina contribuye al tratamiento de diabetes tipo I. 

Beneficios en nuestra piel

La niacinamida actúa positivamente en la reparación del ADN y facilita la producción del colágeno y elastina, restaurando las capas epiteliales y ejerciendo acción antienvejecimiento.

Ha demostrado ejercer efecto calmante por sus propiedades antioxidantes en las células y estimulantes de la producción de lípidos y otras proteínas estructurales. Estimula la producción de ceramidas en la piel y favorece la capacidad natural de la piel para retener la hidratación, beneficiando la barrera cutánea.

Facilita la reducción del tamaño de los poros y mantiene una tez hidratada. Normaliza la producción de sebo cutáneo, siendo de utilidad en pieles grasas.

Una función añadida es el fortalecimiento del sistema cutáneo, pues evita la formación de afecciones en la piel. Contribuye a proteger las células del daño solar y algunas investigaciones sugieren que el uso de esta vitamina puede llegar a prevenir varios tipos de cáncer, entre ellos el de piel.

Hay numerosos estudios que muestran como la vitamina B3 a una dosis de 500mg administrada 2 veces al día mejora la reaparición del daño en el ADN inducido por los rayos UVA. Los principales resultados de los 3 estudios de eficacia más destacados exponen que ayuda a reducir hasta un 23% de nuevos cánceres de piel no melanoma durante los 12 meses; reduce en un 35% la queratosis actínica a los 4 meses; y que el 88% de los pacientes inmunodeprimidos mostraron reducción del AK a los 6 meses.

Consejos para tomar el sol de forma segura

  1. Evita las horas centrales del día: de 12 a 16h.
  2. La exposición debe ser progresiva y nunca muy prolongada. Evita jornadas largas al sol y protégete en la sombra.
  3. Lleva un gorro o sombrero para evitar la exposición directa en la cara y en los ojos, y para proteger tu cabeza.
  4. Evita colonias, cosméticos perfumados o ciertos medicamentos si vas a tomar el sol.
  5. Date siempre protección solar. Las cremas con factor alto (50+) son un aliado para conseguir un bronceado saludable, sobre todo cuando tenemos la piel muy pálida. Tu fototipo es clave, los fototipos más bajos son los que tienen mayor riesgo de quemarse y los que deben extremar las precauciones.
  6. Aplica la crema solar media hora antes de la exposición. Debe volver a aplicarla cada dos horas y después de bañarse.
  7. Cuida los lunares al máximo para evitar que se transformen en bultos malignos.
  8. Bebe abundante agua para mantener la piel hidratada y evitar la deshidratación.
  9. Especial protección en niños y bebés. Las exposiciones solares intensas con quemaduras durante los primeros años de vida son un factor determinante en la aparición de melanomas cancerígenos en la edad adulta.

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